'Para comprar una vivienda VIS, una familia necesita ganar entre 3,5 y 4 m??nimos'

El sector de la construcci??n en Colombia atraviesa una de sus etapas m??s complejas de los ??ltimos a??os. La suspensi??n del programa Mi Casa Ya, que facilitaba el acceso a vivienda a miles de familias, ha dejado una huella profunda en el mercado de inter??s social y en la din??mica de inversi??n del sector. A pesar de ello, empresas como Jaramillo Mora han mantenido su apuesta por la regi??n y el pa??s, adaptando su estrategia a los nuevos escenarios del mercado.

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En entrevista con Portafolio, Pedro Alejandro Mart??nez, codirector ejecutivo de la compa????a, analiza los retos, transformaciones y perspectivas de la vivienda en Colombia, y hace un llamado a los candidatos presidenciales para que prioricen pol??ticas integrales que impulsen nuevamente la vivienda como motor de desarrollo econ??mico y social.

Este ha sido un a??o mejor que los dos anteriores. No es exactamente lo que quisi??ramos ni lo que esper??bamos, pero, dadas las circunstancias, ha sido un a??o positivo. Al menos ya sabemos en qu?? punto estamos, qu?? hay y qu?? no hay, especialmente despu??s de la eliminaci??n del programa Mi Casa Ya. Hemos trabajado para cubrir los vac??os que dej?? esa ausencia, y somos conscientes de la situaci??n actual y de lo que viene.

M??s que el impacto en los constructores, lo realmente desafortunado ha sido la ca??da del mercado de vivienda de inter??s social, que era el que verdaderamente se beneficiaba de los subsidios. Para dar un ejemplo, el mercado total de vivienda de inter??s social cay?? aproximadamente un 60%. Antes, una familia con ingresos de entre 1,5 y 2 salarios m??nimos pod??a acceder a una vivienda de inter??s social con subsidio. Hoy, para adquirir esa misma vivienda, se requieren ingresos de entre 3,5 y 4 salarios m??nimos . Esa brecha refleja la ausencia del subsidio y el enorme obst??culo que esto representa.

El avance que se hab??a logrado se detuvo. La vivienda de inter??s social cambia vidas, no solo en t??rminos de propiedad, sino en mentalidad, entorno y progreso social. Ese proceso se fren?? y se retrasar?? mientras no se reactive el esquema de subsidios. Esperamos que, en un futuro, el pa??s retome esa pol??tica y podamos volver a atender a las familias que m??s lo necesitan, generando entornos que promuevan el desarrollo y la calidad de vida.

Por lo menos, durante un tiempo s??. El subsidio es fundamental, sobre todo en los segmentos m??s bajos. Quien aspira a una vivienda de inter??s social no tiene capacidad de ahorro porque destina buena parte de sus ingresos al arriendo. El subsidio al constructor se entrega al momento de la entrega de la vivienda, pero este lo aplica a la cuota inicial, permitiendo que el comprador acceda a su casa.
Ese esquema hace que la familia cambie el pago de un arriendo por el de una cuota hipotecaria, y as?? logra convertirse en propietaria.

Es, sin duda, una herramienta esencial. Adem??s, es la inversi??n p??blica m??s eficiente: no solo impulsa el empleo y la cadena productiva del sector, sino que transforma vidas. Cuando una familia adquiere una vivienda, no solo obtiene un techo, sino un patrimonio, una nueva posici??n social y la posibilidad real de progreso. Por eso insisto en que es el subsidio con mayor impacto social y econ??mico.

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Pedro Alejandro Mart??nez, codirector ejecutivo de Jaramillo Mora S.A.

Jaramillo Mora

Nosotros siempre hemos participado en todos los segmentos, desde el inter??s prioritario y social hasta el estrato 6. Tambi??n desarrollamos comercio, pero vinculado a nuestros proyectos habitacionales, no como un negocio independiente.

No es que hayamos migrado, sino que la balanza se ha movido naturalmente. Afortunadamente, el segmento no VIS ha repuntado . Adem??s, en el Valle del Cauca, donde operamos principalmente, el gobierno regional y las alcald??as han trabajado en pro del sector, generando confianza. Esa articulaci??n local ha sido clave para mantener el dinamismo de otros segmentos de la econom??a.

Creemos profundamente en el pa??s y en nuestra regi??n, por eso seguimos apost??ndole. En este segundo semestre tenemos entre siete y ocho lanzamientos importantes , tanto de vivienda de inter??s social como de no VIS. Son proyectos diversificados dentro de nuestro portafolio, y estamos convencidos de que ser??n bien recibidos por el mercado.

Este impulso refleja nuestra confianza en el futuro. El sector es resiliente, y esa resiliencia ha sido posible tambi??n gracias a la confianza de nuestros clientes, quienes siguen viendo la vivienda como un veh??culo de progreso y estabilidad.

Totalmente. Hemos visto una desestratificaci??n del mercado. El segmento medio es hoy el que m??s compra vivienda VIS, especialmente en el tope de ese rango, y lo hace sin subsidio. Es el grupo que, por nivel de ingresos, todav??a puede acceder a este tipo de oferta.

Eso ha llevado a que los precios se desplacen hacia arriba: viviendas que antes costaban menos de 200 millones hoy est??n alrededor de los 300 millones. En consecuencia, si antes vend??amos 100 unidades, hoy vendemos 60. No se paraliz?? la venta, pero s?? se redujo significativamente.

En el caso de la vivienda de inter??s prioritario (VIP), las familias que antes pod??an comprar en ese rango ahora deben optar por unidades m??s peque??as. Es una desescalada social preocupante, porque refleja la p??rdida de acceso a la vivienda para los sectores m??s vulnerables. Sin embargo, confiamos en que el mercado se recupere y en que las autoridades comprendan que los subsidios no son solo una pol??tica de vivienda, sino un instrumento de transformaci??n social.

Son muchos y permanentes. Uno de los principales es la habilitaci??n de suelo. En todas las regiones del pa??s, ese es un factor cr??tico para el desarrollo de proyectos. A esto se suma el acceso a servicios p??blicos, que tambi??n condiciona la disponibilidad de suelo.

Cada territorio presenta retos distintos, y debemos afrontarlos a medida que se presentan. Afortunadamente, los gobiernos locales han entendido la importancia de mantener activo el sector. En muchas ciudades, los alcaldes han impulsado programas y subsidios regionales, y las cajas de compensaci??n tambi??n han contribuido con apoyos que, aunque no alcanzan la magnitud de los subsidios nacionales, ayudan a mitigar parcialmente el impacto. Esa coordinaci??n ha sido vital para evitar una par??lisis total.

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Remodelaci??n de vivienda

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La invitaci??n es a que tomen en serio las propuestas que los gremios han construido conjuntamente. Camacol, Asobancaria y las cajas de compensaci??n han trabajado de manera articulada para formular una propuesta integral orientada a la generaci??n de vivienda, empleo y subsidios.

No se trata ??nicamente de hablar de subsidios, sino de estructurar un plan completo que considere la cadena de valor del sector y su papel como generador de progreso social. Este es un esfuerzo serio, elaborado y respaldado por todos los actores de la industria. Lo que buscamos es un beneficio pa??s, no sectorial. Por eso, esperamos que quienes aspiren a la Presidencia comprendan la relevancia estrat??gica de la vivienda dentro de la pol??tica econ??mica nacional.

Venimos de dos a??os muy dif??ciles. El 2023 fue un periodo de transici??n marcado por los cambios estructurales de Mi Casa Ya. El 2024 comenz?? bien, pero se complic?? cuando se anunci?? la suspensi??n definitiva de los subsidios. Este a??o, al menos, ya ten??amos las reglas claras, sab??amos a qu?? atenernos y pudimos planear en funci??n de esa realidad.

Creemos que el a??o cerrar?? bien, dentro de las condiciones actuales. Todos en el sector nos hemos preparado para operar en este nuevo contexto. ??Pudo ser mejor? Claro que s??. ??Nos habr??a gustado un panorama distinto? Por supuesto. Pero, en nuestro caso, los resultados son positivos.

La confianza en la vivienda como inversi??n sigue siendo s??lida. Quien hoy no compra, no es porque no crea en el sector, sino porque no tiene la capacidad econ??mica para hacerlo . Por eso confiamos en que el pr??ximo a??o ser?? mejor y que las condiciones volver??n a favorecer el crecimiento del mercado y el acceso de m??s familias a una vivienda digna.

PAULA GALEANO BALAGUERA
Periodista de Portafolio